“Pueblo sacerdotal”, con devoción se vivió la misa Crismal en Castro

Este año de manera especial, la Misa Crismal de nuestra Diócesis de Ancud, se realizó en la ciudad de Castro, dando la posibilidad a muchos hermanos de las parroquias más lejanas llegar a esta importante celebración.

El día miércoles santo, 17 de Abril, se repletó el Templo San Francisco en Castro, para celebrar la Misa Crismal, la cual fue presidida por el Padre Obispo Juan María Agurto, acompañado del clero diocesano en su case totalidad.

En las palabras del padre Obispo, en la homilía, destacó que “somos un pueblo sacerdotal, ¿qué significa eso? Significa un pueblo que puede entrar en comunicación con Dios, un pueblo que se presenta delante de Dios, pero no sólo por sí mismo, sino por los demás; somos un pueblo sacerdotal que también lleva hacia los demás las bendiciones de Dios, cuando habla de un pueblo sacerdotal, entonces es un pueblo cercano para que sea el que transmite, que sea instrumento de la acción de Dios. Seamos hombres y mujeres para llevar Dios a los demás.”  Además recalcó la misión del sacerdote, “también hay sacerdotes que llamamos ministeriales, que han recibido un encargo especial, los presbíteros, que son llamados a ser servidores del pueblo de Dios, en nombre de Dios; ¿y qué es lo que nos hace  a nosotros permanecer y sentirnos sacerdotes de Dios? No son nuestras capacidades humanas, sino la inmensa misericordia de Dios; la felicidad de un sacerdote está en el encuentro con Jesucristo y hacer la voluntad de Dios, no nuestra voluntad”.

Recordamos que en la Misa Crismal el Obispo concelebra con su presbiterio, siendo a nivel litúrgico la expresión máxima de la comunión que existe entre él y sus sacerdotes. En esta celebración ellos renuevan su respuesta al llamado a la vida sacerdotal y las promesas asumidas el día de la ordenación, principalmente a unirse íntimamente al Señor y ser fieles dispensadores de los misterios de Dios. También durante esta misa, el Obispo consagra el santo crisma, con el cual se ungirá a los recién bautizados y a los que sean ordenados sacerdotes y obispos; además, el obispo bendice el óleo de los catecúmenos que serán confirmados y el óleo con que se ungirá a los enfermos.

Al final de la celebración Eucarística, se recordó e hizo oración por los sacerdotes ancianos de nuestra Diócesis, el P. Andrés De Beer, que se encuentra delicado de salud en Ancud, además el P. Mariano Puga que estuvo en misión por muchos años en nuestro Archipiélago. Se desatacó la labor sacerdotal a Fray Leonardo Andrade que con sus 95 años sigue sirviendo a la Iglesia, quien vive en la Parroquia Apóstol Santiago y estaba presente en la misa. Además de otros sacerdotes que este año justamente cumplieron o están por cumplir 25 años de servicio ministerial.

 

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