Nuestra Diocesis

Nuestra Diócesis

183º Aniversario de la Diócesis San Carlos de Ancud

El 1 de Julio de 1840, mediante la Bula “Ubi Primum” del Papa Gregorio XVI, fue creada la Diócesis San Carlos de Ancud, actualmente consta de 27 parroquias creadas, y la mayoría muy antiguas, pero que en la actualidad se han reagrupado en 19 parroquias con su respectivo párroco y alrededor de 268 capillas.

Las Parroquias más jóvenes son la Parroquia Buen Pastor de Ancud creada en el año 2013 y la Parroquia San Juan Pablo II creada en el año 2014. La extensión territorial es de 24.941 Km² con una población aproximada de 175.000 habitantes, la cual abarca la Provincia de Chiloé, 3 comunas de la Provincia de Palena (Chaitén, Futaleufú y Alto Palena) y el Archipiélago de las Guaitecas.

El Obispo actual de la Diócesis es Monseñor Juan María Agurto Muñoz (osm), quien era Obispo Coadjutor de Monseñor Juan Luis Ysern de Arce (actual Obispo Emérito) desde octubre de 2001 hasta su renuncia en septiembre de 2005. Los sacerdotes diocesanos son 22, también están presente los sacerdotes Franciscanos y Redentoristas, en total 28 sacerdotes, los diáconos permanentes son 5. Las congregaciones religiosas femeninas son: Inmaculada Concepción y Ursulinas (Ancud); Filipenses (Castro y Achao); Hijas de la Misericordia (Castro); Franciscanas Penitentes Recoletinas (Dalcahue); Franciscanas Misioneras de la Inmaculada (Castro) y Salesianas del Sagrado Corazón (Chonchi), en total 26 religiosas. Los fiscales y catequistas están presentes en case la totalidad de las capillas o comunidades.

En la Diócesis se han celebrado once sínodos que han ido guiando el quehacer pastoral diocesano. El último fue el XI Sínodo que se concluyó en este año, y se establecieron los siguientes objetivos:

Objetivo permanente de la diócesis:

“La Iglesia Diocesana, caminando como Pueblo de Dios, quiere crecer siempre en Fidelidad al Señor, viviendo, celebrando y anunciando el Evangelio para realizar la liberación total y así hacer crecer el reino de Dios, en actitud misionera, encarnada y fraternal con toda la fuerza creadora del amor”

Objetivo general para el quinquenio (2019 – 2023)

“Fortalecer con mayor profundidad el quehacer pastoral de la Diócesis, en medio de un mundo cambiante, acogiendo y aplicando las prioridades pastorales surgidas en el XI Sínodo diocesano, para vivir como discípulos misioneros de Jesucristo y así nuestro pueblo tenga vida en él”.

Interior Catedral de Ancud

Obispos:

Desde su creación, la Diócesis ha tenido los siguientes Obispos:

1. D. Justo Donoso (1844-1853)
2. D. Vicente Tocornal (solo electo 1853-1857)
3. D. Francisco de Paula Solar, odm. (1857-1882)
4. D. Agustín Lucero, op. (1886-1897)
5. D. Ramón Ángel Jara (1898-1909)
6. D. Pedro Armengol Valenzuela, odm. (1910-1916)
7. D. Antonio Castro, ss.cc. (1918-1924)
8. D. Abrahán Aguilera, sdb. (1924-1933)
9. D. Ramón Munita (1934-1939)
10. D. Hernán Frías (1940-1945)
11. D. Cándido Rada, sdb. (1945-1949)
12. D. Augusto Salinas, ss.cc. (1950-1958)
13. D. Alejandro Duran (1959-966)
14. D. Sergio Contreras (1966-1974)
15. D. Juan Luis Ysern de Arce (1974-2005)
16. D. Juan María Agurto Muñoz (2005 en adelante)

Iglesias Chilotas:

 

Las iglesias de Chiloé son templos de madera construidos de acuerdo a un esquema tradicional que se considera perteneciente a una escuela de arquitectura. Las construcciones más antiguas todavía en pie datan de mediados del siglo XVIII y las más recientes, del primer tercio del siglo XX. De ellas, un conjunto de dieciséis es considerado Monumento Histórico Nacional de Chile y, desde el año 2000, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Cuando en 1608 llegaron los jesuitas a Chiloé, se encontraron con la inmensa tarea de evangelizar a la población que vivía dispersa en decenas de islas y que cuyo idioma desconocían. Frente a este complejo escenario, crearon un peculiar sistema para llevar adelante su tarea, el que se ha conocido como la “Misión Circular”. Al principio los servicios religiosos se realizaban en un espacio libre, pero con el tiempo se comenzaron a instalar capillas. En los edificios no solo se aportó con el trabajo comunitario, sino que los lugareños también daban su maestría para tratar la madera, material constructivo abundante en su entorno.

Después de la expulsión de los jesuitas en 1767, la labor misionera quedó a cargo de los franciscanos; sin embargo, la construcción de templos siguió manteniendo los modelos iniciales y se creó una tradición arquitectónica mantenida a lo largo de tres siglos, llamada Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera”. Esta tradición evolucionó a través de los años, pasando de un estilo inicial muy adornado a otro, a mediados del siglo XIX, mucho más sobrio, que poseen cierta semejanza con el barroco y el neoclásico europeos.

A esta escuela pertenecen entre 60 y 150 de las más de 400 iglesias repartidas por el archipiélago. Algunas no han resistido el paso del tiempo y han caído o han debido ser demolidas, pero otras se han mantenido en pie por casi 300 años y son algunas de las construcciones en madera más antiguas que quedan en pie en el planeta. La necesidad de preservarlas hizo que 16 de ellas fueran declaradas Monumento Nacional y que en 1993, la Fundación Cultural Amigos de las Iglesias de Chiloé postulara a estos 16 templos como candidatos para ser Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Fueron declaradas como tales 14 de ellas en el año 2000, extendiéndose la inscripción a las 2 restantes (Iglesias de Chelín y Caguach) al año siguiente.

Scroll al inicio