Mensaje de los obispos chilenos a los obispos venezolanos

Compartimos la carta de los obispos chilenos dirigida a los obispos venezolanos en este tiempo de crisis:

Mensaje a los obispos de Venezuela

Queridos hermanos en el episcopado,

Los obispos chilenos reunidos en Asamblea Plenaria, hemos querido unánimemente enviarles este saludo de cercanía y apoyo fraterno a ustedes, pastores, y por su intermedio a todo el querido pueblo venezolano, considerando las dolorosas circunstancias que están viviendo. Las noticias e imágenes que nos llegan de Venezuela nos muestran las penurias, los conflictos sociales y falta de soluciones institucionales que permitan el reencuentro, desarrollo social y político que se merece toda nación. Sabemos que en los días de Semana Santa han vivido en carne propia la cruz de Cristo actualizada en los dolores, las necesidades, la pérdida de vidas humanas y las injusticias que ha estado sufriendo el pueblo. Con la fuerza que nos proviene de la resurrección de Jesucristo que celebramos en este tiempo pascual, les acompañamos con fe y esperanza, y oramos para que por los caminos del diálogo, de la justicia y del respeto de los derechos fundamentales, se alcance la paz social. Con la certeza de María, la Madre del Señor, confiamos en Dios que “enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes” (Lc 1,52-53). Quedamos a su disposición en todo aquello que pueda manifestar más concretamente nuestra solidaridad con ustedes, como hermanos en Cristo Jesús, pues no olvidamos que en otras épocas el pueblo venezolano tendió una mano a muchos de nuestros compatriotas cuando vivimos tiempos difíciles en nuestro país, amparo que agradecemos. Al mismo tiempo, procuramos hoy acoger y acompañar pastoralmente a hermanos venezolanos que han llegado a Chile. Nos unimos al Papa Francisco en las oraciones y en el llamado para que autoridades y pueblo de Venezuela se reencuentren y logren el desarrollo que anhelan. Les enviamos con afecto un abrazo en Cristo resucitado que nos mueve a ser instrumentos de paz en un mundo divido por la enemistad y las discordias.

 

 

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